
El ingeniero agrónomo Hernán Testa fue el embajador argentino en el Congreso Internacional de Lúpulo 2023 que se desarrolló en la ciudad de Liubliana, capital de Eslovenia, durante el mes de junio.
La reunión científico/técnica que organiza la International Hop Growers’ Convention tuvo la convocatoria de especialistas de 15 países dedicados a la actividad. “Se trata de un evento muy especial, que se celebra cada dos años y donde el conocimiento y la camaradería son los protagonistas indiscutidos”, precisó el experto de la Comarca Andina
Cabe recordar que Eslovenia es un pequeño país europeo, cuya superficie es similar a la provincia de Tucumán y declaró su independencia en 1991, luego de la disolución de Yugoslavia). Sin embargo, “es una potencia lupulera con más de 1.600 hectáreas en producción. Además, es uno de los tres países del mundo que posee un instituto estatal para el desarrollo del lúpulo, emplazado en la localidad de Žalec”, señaló Testa.

En coincidencia, la delegación de El Bolsón aprovechó la oportunidad para llevar lúpulo de la variedad “Traful”, -“que ellos no conocían, con algún dejo de nota de frutos secos y un amargor de alta calidad”- y que sirvió para experimentar una cerveza “colaborativa” entre Argentina y Eslovenia.
Testa detalló que “si bien la idea nació de Lúpulos Andinos, la unión de las partes fue gracias al biólogo Mirko Legisa, cuya familia es de origen esloveno y hoy trabaja en una empresa de biotecnología en Liubliana, además de asesorar a varias cervecerías artesanales”.
En detalle, entre varias opciones y propuestas, explicó que “la cervecería elegida fue Tektonik, una marca muy bien instalada en Eslovenia, con un brewhouse de 2.000 litros, alto equipamiento en tanques (capacidad de fermentación de 28.000 litros y 24.000 litros de madurado), y un grupo de trabajo extraordinario”.
Sumó que “fue una semana de puro aprendizaje, que también incluyó visitas a chacras de lúpulo, cervecerías y recorridas por el Instituto del Lúpulo de Žalec; que además nos permitió seguir generando más relaciones lupuleras, principalmente con alemanes, checos y eslovenos, quienes en general suelen aportar la mayor asistencia a este congreso”.

- Charlas
La delegación del continente americano estuvo conformada por Estados Unidos y Argentina, “con una participación activa destacada, ya que cada una brindó dos charlas sobre un total de 36 que tuvo el evento este año” resaltó.
Mientras que los norteamericanos “ofrecieron una disertación el sobre control de malezas mediante corriente eléctrica y otra sobre modelización para optimizar el manejo de enfermedades; en nuestro caso, luego de años de ensayos agronómicos con resultados alentadores en parcelas comerciales de la firma Lúpulos Andinos (El Bolsón), se mostró un trabajo científico sobre utilización de bacterias benéficas promotoras de crecimiento, algo así como desarrollar una herramienta ‘biofertilizante’ a favor de una agricultura más biológica y menos dependiente de agroquímicos”, graficó Testa.

Precisamente, dichos estudios contaron con el apoyo del INTA local, a cargo de Andrea Cardozo, quien también participó de la exposición y del intercambio académico entre instituciones de tecnología agropecuaria.
Asimismo, en el mismo congreso mundial se presentaron los resultados del estudio “Una visión general de los lúpulos argentinos: desde variedades enfocadas en la industria hasta la reutilización de lúpulos viejos en nuevas tendencias”, a cargo del biólogo Mirko Legisa, acompañado por Iván Cerda, de la cervecería “Ocaso”, de Buenos Aires.
- Consumo
Testa reseñó que “en todo el mundo hay más o menos 60.000 hectáreas de lúpulo, divididas entre 30 países. Argentina este año superó las 200 hectáreas” (el 90% se produce entre El Bolsón y Lago Puelo).
El país “necesita mil toneladas de lúpulo por año y solo produce 300, entonces en la balanza comercial no parece tener sentido exportar. Igual es interesante, porque además de que genera divisas, abre puertas en una visión de largo plazo”.
En comparación, remarcó que “el promedio anual por habitante de consumo de cerveza es de 41 litros, mientras que países como Irlanda, Alemania y Polonia están arriba de los 100 litros. Ni hablar de República Checa, primer país cervecero del mundo, con 170 litros”.

Aunque el lúpulo es un ingrediente minoritario en la cerveza (junto con la levadura), tiene un valor fundamental al ser el responsable de amargor, aroma y sabor. Además, tiene un rol clave en la estabilización de la espuma y en la acción antioxidante. Con todo, se reconoce que “la calidad del agua es el principal componente”.